
Lo llamo Chino Maldito, porque eso es lo único que puede representar un hombre que destruyó la democracia e instauró un régimen de terror por el vil afán de mantener un estado de cosas que le permita básicamente saquear las arcas del Estado peruano con una cáfila de delincuentes, llevando al Perú a un nivel de degradación nunca antes visto.
25 años de cárcel para un hombre así. ¿Es lo justo, es poco, o es un abuso? Para la gran mayoría de peruanos que vimos aquél fallo por televisión, en un primer momento aquello fue una desilusión. Se hablaba de por lo menos 30 años de cárcel para el ex dictador, e incluso se consideraba aquella condena demasiado blanda. Acá podría alegarse con facilidad el hecho de que al tener Fujimori más de 70 años, 25 años es prácticamente una cadena perpetua. Pero no sería tanto eso el asunto, sino que por el daño que se le hizo al Perú y a los peruanos, algo así es escaso. El autor de estas líneas reconoce que por lo menos en el primer día, fue parte de éste primer grupo, y que no pudo evitar sentir frustración debido a éste factor, y otro más que será observado más adelante.
Para la mayoría, al menos ahora, 25 años de cárcel, es lo justo porque a pesar de todo, un ex dictador que fue violador de derechos humanos, es condenado y paga por ello. Esto, a pesar de que exista el riesgo de que una instancia superior pueda modificar la sentencia, y posiblemente reducirla. Evidente decir, que la mayoría del mundo entero, desde México hasta Argentina, desde Estados Unidos hasta Timbuctú, aquella sentencia es considerada como justa y que sienta precedente con ésta clase de gente.

Sin embargo, debemos reconocer que Fujimori se echó la culpa en aquél juicio. Es decir, si el argumento de su defensa se basaba en que él era básicamente un tipo de retrasado mental que no sabía de las barbaridades que hacían Montesinos y Hermoza Ríos, lo que debió hacer fue echarle a ellos la culpa de todo. Al pretender defenderlos, se sentenció a la cárcel. Si no fue él y no dijo quién era, entonces sólo quedan sus declaraciones de que todo lo que ocurría en las fuerzas armadas peruanas era algo conocido por él, que él siempre tenía el mando y por eso, lógicamente, acabó preso.

¿Fujimori qué ha sacrificado? ¿Mostró sacrificio al renunciar por fax desde Japón? ¿Mostró sacrificio al pretender ser elegido en el Senado japonés? ¿Pensó en enfrentar a Montesinos, Hermoza o Martín Rivas cuando le solicitaron la orden para asesinar en Barrios Altos (entre ellos un niño de ocho años) o en La Cantuta (a muchachos que empezaban la vida)? ¿Pensó en que a pesar de ser descendiente de japoneses deshonró a sus ancestros al hacer y dejar hacer tantas canalladas, y que lo mínimo para salvar el honor era seguir el ritual del seppuku (un corte en el abdomen)?
Para finalizar ésta entrada, dejo aquí el video de la sentencia a Fujimori que nos trae uno de los muchísimos vídeos de YouTube. Para que quede en la historia del Perú y del mundo, que un mandatario acusado de violación a los derechos humanos es finalmente sentenciado a la cárcel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario