martes, 23 de diciembre de 2008

Por fuera algo noble, ¿y por dentro?

Hay una pregunta que bien valdría la pena hacérsela a cualquiera que no sea peruano o peruana en éste blog: ¿ustedes se imaginan a quien sea su gobernante meneando toda su anatomía con la gentita “fashion” o “pipirisnais” de la farándula de su país? Sin duda que aquello sería raro, pero si tuvieran un presidente como Alan García verán que es posible.

Refiero esto porque el día de ayer se realizó una teletón organizada desde Palacio de Gobierno para apoyar al Hogar Clínica San Juan de Dios, el cual atiende a muchos niños sin recursos y que sufren de enfermedades muy graves. La iniciativa colocada a simple vista de ésa manera, nos haría pensar y decir: “Wow, miren al señor Alan García, un hombre bondadoso que tiene el espíritu navideño y decidió recaudar fondos para éste hospital. Una causa noble, sin duda.”. Eso claro, a simple vista.


Pero a muchos obviamente se les olvida ver el contexto, o como pudiéramos decir en otros términos, ven el árbol sin ver el bosque. Ando seguro que muchos de ustedes, queridos visitantes, conocen que las teletones se hicieron populares acá en Latinoamérica gracias al chileno Mario Kreutzberger, más conocido como Don Francisco; y que saben igualmente que las teletones son básicamente enormes eventos mediáticos organizados con la participación de diversas figuras de la farándula (modelos, actores, cantantes, vedettes, etc.) en apoyo de una causa noble.




Lo que si ando seguro que nadie o casi nadie les dijo (y en esto agradezco a una fuente bastante confiable), es que las teletones funcionan básicamente de la siguiente forma: uno dona una cantidad “x” de dinero desde su cuenta bancaria y ésta es transferida a la cuenta de la entidad que organiza dicho evento, la cual se evita pagar gracias a lo recaudado una cierta cantidad del total de los impuestos que debiera pagarle al Estado debido a la realización de una obra benéfica, pero nosotros igual debemos pagar esos impuestos a pesar de que dimos algo de nuestro dinero. Dicho en cristiano: nos sacan plata, los que organizan el evento evitan pagar algo del dinero que deben pagar, e igual nos cobran a nosotros que somos los que hacemos que la teletón funcione. En síntesis, quien organiza la teletón gana.



Así funcionan las cosas en caso de que una entidad privada organice esto. En ésta teletón, quien organiza todo es el mismo Estado, sin embargo algo debe ganar éste (o quienes dirigen al Estado) con todo esto. ¿Quieren saber qué es? Bien simple: popularidad extra.

Debido a una serie de escándalos de venta irregular de lotes petroleros a causa de la difusión de los famosos petroaudios entre Rómulo León y Alberto Químper (que ahora curiosamente ya no es tan tocado el tema como antes, por razones que serán evaluadas en otra entrada posterior) y que hacían sospechar que el mismo Alan García estaría metido en aquél asunto, la popularidad de Alan cayó hasta los 17 puntos (y eso a pesar de que los grandes medios andan relativamente alineados con el gobierno).

“¿Cómo soluciono esto?”, habrá pensado Mr. García Pérez. ¡Y se le prendió el foquito! Había que estar en el centro de todo, rodeado de la gente que capta atención mediática, y haciendo un evento que aparezca ante los ojos de todos como noble y santo. ¿Hacemos una sumatoria de factores? Ok: los “nice” de la farándula más apoyo temporal a un hospital que tiene una causa justa más estar dirigiendo todo y siendo la estrella de estrellas. Resultado: teletón a favor del Hogar Clínica San Juan de Dios. Total, ¿qué importa que Lourdes Flores diga que Alan parece un “mil oficios” o que Ollanta Humala diga que un presidente no está “para hacer shows”?

Claro, se llegó a diez millones de soles (la meta era tres millones apenas) y éstos artistas (muchos de ellos, protagonistas de escándalos que dan asco y con rivalidades, envidias y odios por platitos de lentejas) se abrazaron como hermanitos, y sin duda ése dinero (esperemos que llegue entero y ningún “roedor” se arme un faenón con un centavo de ésa plata) ayudará a ésos niños y ése hospital que tanto lo necesitan.

Lo que no dicen es por qué armar todo esto y exponerse a críticas de opositores políticos cuando más fácil hubiera sido contemplar al Hogar Clínica San Juan de Dios dentro del presupuesto del Estado, y asignar ésa misma cantidad de dinero. ¿O incluso más ya que el Perú avanza y es el “tigre de Latinoamérica” según lo que dijeron varios en el APEC? Vamos, que pudieron haber dado quince millones, quizá veinte millones, o a lo mejor treinta millones, y asignarlos en forma permanente; para que ya no haya necesidad de teletones que le quitan la plata a los contribuyentes y que por más que apelen a nuestros sentimientos más nobles en el fondo sólo son remedios temporales y no permanentes.


Y también, en forma hasta cierto punto simbólica, pudimos ver como los grandes medios y las grandes figuras mediáticas que tanto se pelean entre sí por el rating, llegando a extremos de decadencia moral horrendos estaban todos alineados ante el Presidente García. Mostrando que los grandes medios están alineados duramente con un gobierno que últimamente no ha mostrado ser demasiado respetuoso de la libertad de expresión, y haciéndonos ver que a menos que tengamos cable o no tengamos televisión, por más zappings que hagamos, lo que veremos será siempre lo mismo.Por último, aunque no por ello menos importante, les dejo a todos ustedes el siguiente link para que se vea en forma muy breve lo más anecdótico de aquella teletón. Especialmente por la primera parte que francamente está de risa.


http://es.youtube.com/watch?v=Z71W6Bnx_oo

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